Los pioneros de las explotaciones modernas de los naranjos ecológicos intuyeron que tanta frondosidad tenía que aportar energía y salud. De hecho, era un cultivo marginal, pero valioso por sus aplicaciones medicinales.
La observación, les hizo relacionar las plantaciones con la transformación en un clima y un espacio más saludable: “una innegable influencia que ha debido y debe reportar a la salud pública”. Así,  consideraban la presencia de naranjas ecológicas un “benéfico influjo” capaz de convertir una zona “muy insalubre” en “una de las más sanas”. E incluso se le atribuían poderes para alejar pestes y cóleras y epidemias, en general, por que “oxigenan y aromatizan” los vientos sus hojas.
 
Hojas del naranjo: sus diferentes usos

• Las hojas de naranjo ecológico se consideraban antiespasmódicas, antibiliosas y sedantes. Hervidas, la medicina popular utilizaba como tisanas para facilitar la orina, tranquilizar ansiedades y nervios y contra los dolores nerviosos, males de estómago, las migrañas, las histerias, los constipados y la tos.

• Se le atribuían efectos tranquilizantes y, por ello, se usaban para calmar, sosegar, serenar los ánimos, aconsejándose en estados de angustia. Aligeraban el insomnio y para dormir toda la noche con tranquilidad se aconsejaba una mezcla de hojas de naranjo ecológico con manzanilla.

• Asimismo las hojas de naranjo ecológico puestas entre la ropa dan buen olor y la defienden de la polilla. Se creía que ahuyentaban los malos espíritus y que proporcionaban buena suerte y ventura. Se las creía dotadas de poderes mágicos.

• Para que tuvieran mayor efecto, se preferían las hojas de naranjos ecológicos agrios y amargos, más que los dulces. Se las creía más aromáticas y medicinalmente más eficaces.

• El mismo follaje, al mecerse en el viento, lo purificarían con “balsámicos efluvios” consiguiendo  “un ambiente más puro y saludable” y una “atmósfera sana e higiénica”

Foto: compartida desde Pinterest (Ulli Seidel)