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09/03/2013Robar un Banco con Zumo de Limón para hacerse Invisible
Modus Operandi: Rociarse con Zumo de LIMÓN para ser INVISIBLE
Nombre: McArthur Wheeler Profesión: Atracador de Bancos Lugar: Pittsburg (EEUU) Año: 1996
Resultado: Detención inmediata y un RIDÍCULO MAYÚSCULO
La Anosognosia es una patología por la que no percibes lo que te sucede.
Queremos pensar que esto lo que le ocurrió a McArthur Wheeler, los hechos ocurrieron en 1996. El sujeto de 1,70 de altura y 120 Kg. de peso, era difícil que pasase desapercibido, así que fue fácilmente reconocido, cuando la policía tuvo una descripción a las 11:00 de la mañana, a las 12:00 ya era detenido por robar la Caja de Ahorros de Filadelfia en Brighton Heights y el Bank Mellon en Swissvale el 6 de enero de 1996.
¿Cómo fue el robo?
Wheeler entró a plena luz del día y trato de robar en ambos bancos. Lo que llamó la atención de los presentes fue que no hizo intención alguna de ocultar su rostro. Los vídeos de vigilancia fueron la clave para su detención, ahí estaba, totalmente visible con su arma atracando al cajero del banco.
Al ser detenido, se mostró muy sorprendido, no se lo creía. No hacía más que repetir:
«Pero yo, llevaba el jugo«.
Cuando fue interrogado por los agentes, el atracador les explicó que se había rociado la cara con zumo de limón y estaba en la absoluta convicción de que el jugo cítrico le hacía irreconocible el rostro.
¿Cómo hacerse invisible con Zumo de Limón?
Este increíble descubrimiento del bandido no era fruto del azar, sino de una exhaustiva investigación.
Todo surgió del hecho que al escribir sobre un papel con Zumo de Limón tenemos una tinta invisible, sí esa que cuando éramos pequeños probamos alguna vez. El caco supuso que si hacía lo mismo sobre su cara, nadie le reconocería. La ignorancia del ser humano no tiene límites, pero en este caso, aunque inocente, hasta el momento existe un cierto razonamiento lógico. Lo genial, viene ahora.
Así que antes de perpetrar el delito realizó la prueba siguiente: aplicaría zumo de limón a su cara y se haría varias fotos con su cámara Polaroid, para corroborar empíricamente la teoría. Sorprendentemente funcionó, Weheeler realizó varias fotografías y al revelarse no apareció en ninguna, ¡¡¡comprobado!!!, había descubierto la fórmula de la invisibilidad.
¿Qué había pasado?
El sargento Wally de la policía de Pittsburg incluyó en el informe policial:
«Weheeler ser roció la cara con abundante Zumo de Limón, a los pocos segundos le ardían cara y ojos, así que tuvo que entrecerrar los ojos por el escozor. Fue entonces cuando disparó su Polaroid para hacerse unas fotos«.
Pudo suceder una de estas cosas:
a) Hubo algún problema en la cámara.
b) Hubo algún problema de revelado.
c) Debido a que en el momento de la instantánea tenía los ojos como boniatos por el ácido del limón, tuvo que cerrarlos, apuntando a quien sabe donde menos a su jeta.
Moraleja: no robes un banco, pero si lo haces, usa un pasamontañas.
Este curioso hecho fue la base del estudio del Dr. David Dunning, profesor de Psicología Social de la Universidad de Cornell.
El planteamiento era «Si Wheeler era demasiado estúpido para ser un ladrón de bancos, tal vez él también era demasiado estúpido para saber que él era demasiado estúpido para ser un ladrón de bancos«, es decir, su estupidez lo protegía de la conciencia de su propia estupidez. El trabajo fue publicado en 1999.
«Cuando las personas son incompetentes en las estrategias que adoptan para alcanzar el éxito y la satisfacción, sufren una doble lastre: No sólo llegan a conclusiones erróneas y toman decisiones desafortunadas, sino que su incompetencia les priva de la capacidad para darse cuenta. En su lugar, como el señor Wheeler, se quedan con la impresión errónea de que lo están haciendo bien«.
Esperemos que por lo menos el zumo fuese de limones ecológicos.